Como si fuera una canción de Sabina

Se llamaba como en no sé dónde, seguro, llaman al invierno.
Me preguntó que si fuera verano, calor y moscas, cómo le llamaría yo. Le dije que a gritos pero suave, como cuando a un gato salvaje, le quieres dar de comer. 
Y él me dijo que si fuera gato, 
si fuera gato se pasaría las siete vidas intentando que le pusiera un nombre. 
Se lo habría puesto, pero se habría ido. 
Medianoche. 
La siguiente frase, me fui yo. 
Quería ser verano, calor y moscas. Pero era gato, nada más. 
Todo eso. Nada más. 
Gato, callejero, valiente, asustado. Todo eso. 
Le habría puesto un nombre, pero se habría ido,
que al acariciarlo, su pecho decía que aunque se moría por quererme,
moría si se dejaba querer. 



Comentarios

Publicar un comentario